Es el partido soñado.
El de los miedos, pero también el de las ilusiones.
El del temor a equivocarse, pero a sabiendas que sólo asumiendo riesgos se llegará a buen puerto.
El de soltar amarras en varios pasajes y en otros afiliarse al Partido Conservador.
Es el partido en el que no deben faltar pelotas, porque las que se vayan dificilmente vuelvan enseguida, dependiendo del momento y del marcador parcial y global.
Es todo eso y mucho más.
Es un enfrentamiento del que quizás ya no haya registros fílmicos (salvo del último partido), pero que siempre estuvo en boca de todos.
Es un encuentro entre uno que no perdió nunca en este Regional y otro que, a pesar de tres derrotas, es duro de domar y al que todos respetan y si pueden evitar no dudan en hacerlo.
Alumni repletará dos tribunas (techada y cemento) con su gente y “unos cuantos neutrales” que cuando aparecen estos enfrentamientos se acuerdan de Alumni y lo acompañan. Como ocurrirá esta tarde. Acción Juvenil traerá de General Deheza los dueños de esas 700 localidades que le cedió Alumni. Y cuando la tarde caiga en Villa María todo estará vendido y la Plaza Ocampo repleta.
En la cancha, en el verde césped, habrá 22 protagonistas principales (los futbolistas claro) que jugarán con casi todas las lecciones aprendidas, tratando de buscar el mayor rédito para alcanzar el objetivo de la clasificación.
Acción Juvenil llega con la ventaja del 2-1 a su favor. Alumni tiene que marcar al menos un gol para poner en pardas la partida. En caso de empate en puntos y goles habrá PENALES. ¿El árbitro? Leandro Domínguez, inscripto en la tabla de méritos de la Liga Regional del Sur (Corral de Bustos) y con calificados arbitrajes en los últimos cotejos.
¿Tácticamente qué puede ofrecer el juego? Distintas variantes, diferentes estrategias y ninguna receta que contenga los ingredientes exactos que aseguren la cocción de una victoria. Al gol se llega por distintos caminos (¿o no es así Pedro Mune?, ¿o no es así “Sapito” Delsole? y los partidos no se cierran cuando un equipo lo propone.
En los dos futbolistas nombrados está la gran cuota de gol de Alumni y Acción Juvenil y como esto ya se sabía y fue corroborado una vez más por si hacía falta en el partido de ida, los dos referentes tendrán seguramente marcas individuales y algún escalonamiento defensivo bien próximo para reforzar “la cacería”.
Esto seguramente ocurrirá, pero siempre hay un descuido…o dos…(ejemplo muy próximo, muy cercano en el tiempo) que lo cambia todo. Si hay quienes se animan a convertirse en posibles soluciones las intenciones ofensivas serán bienvenidas y el partido tendrá la emotividad, el encanto y la incertidumbre por el resultado final hasta el último instante.
Alumni – Acción Juvenil aceptaron este duelo a la hora del crepúsculo. 20.30 PM (de Pedro Mune), coincidentemente cuando los “Sapitos” preparan sus salidas nocturnas.
¡Qué partido! Para jugarlo en la imaginación una y diez veces, para soñarlo con la camiseta puesta, para comerte las uñas si sos de uno de los dos equipos o que para que el fútbol te ponga frente al espejo y te muestre que quizás nunca fuiste un hincha neutral, que debajo de ese rótulo había mucho más que temores a exteriorizar las pasiones. Hoy es un buen día para ir a gritar, saltar y dejar que el fútbol te atrape al menos por dos o tres horas. Después la cotidianeidad te devolverá a la rutina y a los rituales de siempre. Pero hoy andá, saltá y grita…seas del equipo que seas. Vení, volá, sentí.